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'Día de Muertos' en México. Todo lo que necesitas saber
Hoy os hablaremos de una de las fiestas populares más famosas del mundo: el ‘Día de Muertos’ de México y la América central. Esta celebración es patrimonio inmaterial de la humanidad y es el día más esperado del año para la mayoría de mexicanos, bolivianos y ecuatorianos, y la fiesta se va extendiendo más y más en otros lugares de Sudamérica.
Las celebraciones suelen tener lugar entre el 1 y el 2 de noviembre, y es típico adornar las tumbas, esparcirlas con pétalos de cempasúchil y colocar velas e incienso y, tal vez, algún plato del gusto por el difunto. Estas ofrendas tienen que ver con la visión de la muerte que tenían los aztecas y la cultura nauha, que la veían como un viaje. Entonces cada región de México tiene sus particularidades, con rúas, ferias, mercados… Todo con un ambiente festivo muy agradable.
Tal y como su nombre indica, el ‘Día de Muertos’ es una celebración para honrar la memoria de los difuntos, y es por eso que en mucha imaginería de la fiesta hay calaveras, esqueletos y velas… En este artículo, haremos un pequeño repaso histórico de esta gran fiesta, explicándoles el que y el porqué. Entonces, también os daremos unas cuantas pistas sobre cómo poder celebrarla en México mismo… De momento, sin embargo, ya podemos asegurar que la forma más fácil de vivir en directo el Día de Muertos es apuntándose a nuestro viaje a México en grupo, con lo que viviremos la fiesta desde las ciudades de San Miguel de Allende, Guanajato y Morelia.
Historia y evolución del Día de Muertos
Está ampliamente aceptado que el origen del Día de Muertos proviene de la mezcla de las costumbres funerarias de la cultura nahua, la maya, la civilización azteca y la del Teotihuacán con la religión católica que los castellanos llevaron.
Todas las civilizaciones precolombinas creían en la vida más allá de la muerte y en la resurrección. Los aztecas creían en cuatro destinos diferentes para sus almas, que se dirigían a ellos según el tipo de muerte que había sufrido cada uno: el Tlalocán para los ahogados o cualquier muerte relacionada con el agua o la tormenta; el Omeyocán, para los guerreros caídos y las mujeres muertas en parto; el Mictlán, para los que tenían una muerte natural; por último el Chichiuacuauhco, donde iban a parar quienes no habían ni nacido. La civilización Teotihuacán creía en un inframundo (que no debemos confundir con infierno) con varios pisos, cada uno destinado a diferentes personas, según la edad que tenían cuando murieron.
En la cultura nahua, había tres festividades relacionadas con la muerte en su calendario. No entraremos en detalles, pero en estas festividades la tradición marcaba que, al empezar la fiesta, debía talarse un árbol y, del tronco, colgar el xócotl. Cuando se acababan las fiestas, los jóvenes tenían que subir al tronco para echar al suelo el xócotl, y las familias solían montar unos altares con ofrendas para recordar a sus muertos, los cuales se dice que son los precursores de los altares que se decoran durante las celebraciones actuales.
Recalcamos también la importancia que tenían los perros Xoloitzcuintle en su creencia y rituales relacionados con la muerte. Una raza sin pelo, milenaria, que aún hoy se le asocia con la muerte.
Todas estas costumbres que mantenían muestran hasta qué punto era importante el tema de la muerte por los autóctonos.
La llegada de los españoles también significaba la llegada del catolicismo y, por tanto, del Día de Todos los Santos, haciendo que el 'Día de Muertos' se celebrase el 1 de noviembre. La festividad de Todos los Santos fue influyéndose de elementos nauhus y mayas. Por otra parte, las fuertes epidemias que afectaron a todo el país, hicieron que el día de los fallecidos adquiriera aún más importancia y fue a mediados del s. XIX que la costumbre de adornar las tumbas se consolidó.
¿Cómo se vive un ‘Día de Muertos’?
Cuando pensamos en el 'Día de Muertos' a todos nos viene a la cabeza Coco (2017), la película de Disney Pixar sobre un niño mexicano que pasa un 'Día de Muertos' muy especial. No es un mal punto de partida para ver qué ambiente se respira en todas partes, pero la fiesta puede variar mucho según la parte de México donde la viva.
Ciudad de México
En Ciudad de México, una ciudad cosmopolita y moderna, la tradición más antigua de decorar las tumbas de los más queridos convive con la influencia de Halloween. Durante gran parte de octubre y la primera quincena de noviembre, en la capital se organizan cientos de actividades. Sin embargo, los días gordos son durante la Mega Ofrenda en el Zócalo, del 28 de octubre al 5 de noviembre, con altares monumentales en la Plaza de la Constitución y la colocación de flores al paso de la Reforma. Las calles se llenan de gente y un ambiente festivo lo impregna absolutamente todo. En este sentido, el plato fuerte es el 4 de noviembre, con el Gran Desfile, una rúa que dura 4 horas y media que comienza a las afueras de la ciudad y termina en el centro, justo en el Zócalo.
San Miguel de Allende
Esta ciudad, durante las festividades del Día de Muertos, se convierte en un altar gigante lleno de ofrendas: flores cempasúchil, velas, ‘pan de muerto’ por todas partes… El día 1 de noviembre está la desfile de Catrinas. Las Catrinas son estas calaveras tan típicas que vemos en la mayoría de fotos que representan el Día de Muertos, con las que la mayoría de Mexicanos se pintan la cara. Esta imagen proviene de un grabado de José Guadalupe Posada en un diario en 1910, que el muralista Diego Rivera popularizó posteriormente. Estos desfiles son muy parecidos, funcionalmente, a una rúa de carnaval: se baila, se canta… ¡Hay mucha juerga! El día 2, hay conciertos por toda la ciudad y las ofrendas de las familias a sus difuntos se realizan en medio de la fiesta general que hay en toda la ciudad.
Guanajuato
A Guanajuato la fiesta de los fallecidos se vive con mucha pasión. Celebran, también, el desfile de Catrinas, pero además, también es un concurso. Y este no es el único, también hacen otro de Ofrendas, con unos altares impresionantes, excéntricos en muchos casos. Los tapices florales que decoran las calles son otra de las grandes atracciones de la ciudad; coloreados y llamativos, la mayoría de ciudadanos los contempla con admiración.
Merece la pena recordar que tanto en Guanajuato como en San Miguel de Allende, podréis vivir la fiesta en directo con el nuestro viaje en grupo a México para disfrutar del ‘Día de Muertos'.
Oaxaca
En el estado de Oaxaca, en el suroeste de México, las celebraciones del 'Día de Muertos' son muy especiales. Los propios Mexicanos ven la tradición del Día de los Muertos en Oaxaca como única en todo el país, de una idiosincrasia espectacular. Los dulces y comida no distan tanto del resto de México: pan de muerto, mole, calaveretes de sucre, tamales, mezcal, nicuatole (postre parecido a la gelatina), dulce de calabaza y chocolate… Pero lo que marca la diferencia en Oaxaca son los panteones. En la capital del estado, Oaxaca de Juárez, se encuentran tres: el Panteón General, el de Santa Cruz Xoxocotlán y el de Santa María Atzompa. Todos ellos se llenan de comida, música y flores. También se llevan altares para decorarlos y, con todos los visitantes, se genera un ambiente entre místico y festivo, muy representativo de lo que es el 'Día de Muertos' en México.
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