Viaje a China

China es un país que siempre ha maravillado a los occidentales. Su lejanía siempre le ha dado un punto de exotismo y misterio que despierta el interés de mucha gente. Lo que fue un gran imperio que perduró siglos y siglos, es hoy un país altamente avanzado tecnológicamente. Cuando se viaja, pueden verse estas dos vertientes, tanto la historia imperial, como el presente de una sociedad altamente organizada y tecnológica.

En este viaje a China tendrá la oportunidad de visitar tres de sus grandes ciudades: Pequín, Xian y Shanghái. Allí, verá de forma privilegiada la gran muralla China y los guerreros de Terracota, símbolos de la gran historia de China. A Shanghái verá la parte más moderna del país, la de los edificios imponentes de grandes alturas.

Visita las ciudades imperiales

Este viaje a China consta de la visita de tres grandes ciudades y sus maravillas culturales: Pekín, Xian y Shanghai. A continuación le describimos con más detalle qué puede esperarse de cada una.

Pequín

La capital de la China actual, cerca de los 25 millones de habitantes, es seguramente la ciudad más cultural de todo el país. El Palacio de Verano, la Plaza Tian An Men, la Ciudad Prohibida, la Gran Muralla… En este viaje podrá visitar todos estos grandes monumentos. También vivirá de primera mano el trasiego excepcional de esta gran ciudad, entrando en contacto directo con la cultura china.

Xian

Esta fue la capital de China durante más de 1.000 años, y era el extremo más oriental, el inicio y el fin de la ruta de la seda. De entre todos los vestigios que quedan de los días gloriosos del imperio chino, los guerreros de terracota son seguramente los más impactantes. Son unas 7.500 figuras de soldados de tamaño real hechos con barro, que se enterraron con el primer emperador de China: Qin Shi Huang. En este viaje las podréis ver de primera mano…

Shanghái

Shanghái tiene dos caras, la histórica tradicional y la moderna avanzada. Tiene más habitantes que Pekín, y tiene el río Huang Pu que la divide justo antes de desembocar en el mar de la China oriental. En un lado están los grandes rascacielos, como la Torre de Shanghái, 632 m de altura, y en la otra, no se puede perder el barrio francés y el Jardín del Mandarín Yuyuan.